UN CASO ÚNICO EN EL MUNDO
Fotografía facilitada por los padres de Mencía, Isabel Lavín y Valero Soler, en la que aparece Isabel junto a su hija de 7 años, que solo sonríe ya que no habla, ni apenas se mueve a causa de una enfermedad rara, una hepatoencefalopatía generada por el fallo en la producción de energía de las células que la convierte en la única niña viva en el mundo con esta patología genética. (EFE)-(20minutos.es)
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